ES/SB 2.4.11: Difference between revisions

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Mientras los devotos del Señor dan discursos y describen los atributos trascendentales del Señor, no piensan que pueden hacer algo independientemente. Ellos creen que solo pueden hablar lo que les induce a hablar el Señor Supremo, el amo de los sentidos. Los sentidos del ser individual no son suyos propios; el devoto sabe que esos sentidos le pertenecen al Señor Supremo, y que pueden ser debidamente utilizados cuando se emplean para servicio del Señor. Los sentidos son instrumentos, y los elementos son ingredientes, todos provistos por el Señor; en consecuencia, cualquier cosa que un individuo pueda hacer, hablar, ver, etc., se encuentra únicamente bajo la dirección del Señor. El Bhagavad-gītā (15.15) confirma esto: sarvasya cāham hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtirjñānam apohanaṁ ca. Nadie puede actuar libre e independientemente, y por eso siempre se debe buscar el permiso del Señor para actuar, comer o hablar; y, por la bendición del Señor, todo lo que un devoto hace está más allá de los principios de los cuatro defectos típicos del alma condicionada.
Mientras los devotos del Señor dan discursos y describen los atributos trascendentales del Señor, no piensan que pueden hacer algo independientemente. Ellos creen que solo pueden hablar lo que les induce a hablar el Señor Supremo, el amo de los sentidos. Los sentidos del ser individual no son suyos propios; el devoto sabe que esos sentidos le pertenecen al Señor Supremo, y que pueden ser debidamente utilizados cuando se emplean para servicio del Señor. Los sentidos son instrumentos, y los elementos son ingredientes, todos provistos por el Señor; en consecuencia, cualquier cosa que un individuo pueda hacer, hablar, ver, etc., se encuentra únicamente bajo la dirección del Señor. El ''Bhagavad-gītā'' ([[ES/BG 15.15|15.15]]) confirma esto: ''sarvasya cāham hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtirjñānam apohanaṁ ca''. Nadie puede actuar libre e independientemente, y por eso siempre se debe buscar el permiso del Señor para actuar, comer o hablar; y, por la bendición del Señor, todo lo que un devoto hace está más allá de los principios de los cuatro defectos típicos del alma condicionada.
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Latest revision as of 18:09, 16 February 2024


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 11

sūta uvāca
ity upāmantrito rājñā
guṇānukathane hareḥ
hṛṣīkeśam anusmṛtya
prativaktuṁ pracakrame


PALABRA POR PALABRA

sūtaḥ uvāca—Sūta Gosvāmī dijo; iti—así pues; upāmantritaḥ—siendo pedido; rājñā—por el rey; guṇa-anukathane—en describir los atributos trascendentales del Señor; hareḥ—de la Personalidad de Dios; hṛṣīkeśam—el amo de los sentidos; anusmṛtya—recordando debidamente; prativaktum—solo para responder; pracakrame—ejecutó los preparativos.


TRADUCCIÓN

Sūta Gosvāmī dijo: Cuando de ese modo el rey le solicitó a Śukadeva Gosvāmī que describiera la energía creativa de la Personalidad de Dios, él recordó entonces sistemáticamente al amo de los sentidos [Śrī Kṛṣṇa], y, para responder debidamente, habló de la siguiente manera.


SIGNIFICADO

Mientras los devotos del Señor dan discursos y describen los atributos trascendentales del Señor, no piensan que pueden hacer algo independientemente. Ellos creen que solo pueden hablar lo que les induce a hablar el Señor Supremo, el amo de los sentidos. Los sentidos del ser individual no son suyos propios; el devoto sabe que esos sentidos le pertenecen al Señor Supremo, y que pueden ser debidamente utilizados cuando se emplean para servicio del Señor. Los sentidos son instrumentos, y los elementos son ingredientes, todos provistos por el Señor; en consecuencia, cualquier cosa que un individuo pueda hacer, hablar, ver, etc., se encuentra únicamente bajo la dirección del Señor. El Bhagavad-gītā (15.15) confirma esto: sarvasya cāham hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtirjñānam apohanaṁ ca. Nadie puede actuar libre e independientemente, y por eso siempre se debe buscar el permiso del Señor para actuar, comer o hablar; y, por la bendición del Señor, todo lo que un devoto hace está más allá de los principios de los cuatro defectos típicos del alma condicionada.