ES/760224 - Clase SB 07.09.17 - Mayapur

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



760224SB-Mayapur- 24 febrero 1976 - 19:09 minutos



Dayānanda: Traducción: “¡Oh, Señor Supremo!, ¡oh, Tú, que eres grande!, debido al contacto y la separación de circunstancias agradables y desagradables, nos vemos en una posición muy desdichada en planetas celestiales o infernales, como si ardiésemos en el fuego de la lamentación. Muchos son los remedios que pueden liberarnos de esa vida miserable, pero, en el mundo material, todos los remedios son más miserables que las miserias mismas. Por eso, creo que el único remedio es ocuparse en Tu servicio. Por favor, instrúyeme acerca de ese servicio”.

Prabhupāda:

yasmāt priya apriya-viyoga-saṁyoga-janma-
śokāgninā sakala-yoniṣu dahyamānaḥ
duḥkhauṣadhaṁ tad api duḥkham atad-dhiyāhaṁ
bhūman bhramāmi vada me tava dāsya-yogam
(SB 7.9.16)

Prahlāda Mahārāja, en el verso anterior, ha dicho: “Tengo mucho miedo de este condicionamiento de la existencia material”, duḥkhālayam aśāśvatam (BG 8.15). Y ahora está explicando cuáles son las diferentes fases de tal sufrimiento, yasmāt, debido a la existencia material. Cuando venimos al mundo material, nos vinculamos con muchas personas, bhūtāpta-pitṛṇām, nṛṇām. Tan pronto como descendemos del vientre de la madre, hay tantos parientes, amigos, bhūta-āpta, pitṛ, bhūtāpta, bhūtāpta, ṛṣi, pitṛṇām nṛṇām. Tenemos vínculos. Pero algunos de ellos son queridos y otros no son muy amistosos—son enemigos. Esta es la condición en el mundo material. Nadie puede decir: “Estoy en una situación muy buena. Todos son mis amigos. No tengo enemigos”. No es posible. Esa es la naturaleza de este mundo material, entran en contacto con muchas personas, animales, y, supongamos, con sus antepasados... Se describe como bhūtāpta-nṛṇām pitṛṇām. Así es como establecemos conexiones. Esta es la forma en que actúa la naturaleza. Pero no todos son amistosos. Incluso si alguien es amigo hoy, mañana puede convertirse en enemigo. Esta es la condición. Yasmāt priyāpriya-viyoga-samyoga-janma. Viyoga-samyoga-janma. Tan pronto como nace un niño, se separa de su vida anterior y entra en conexión con otra nueva vida, un nuevo cuerpo, viyoga-samyoga. Tal vez el cuerpo anterior era muy bueno y el cuerpo actual no lo sea, sea un cuerpo degradado. Eso es posible. Dehāntara-prāptiḥ (BG 2.13). No es que siempre van a tener un cuerpo muy bueno. Pero la energía ilusoria es tan fuerte que incluso si recibimos el cuerpo de un cerdo, se piensa: “Es muy bueno”. Es lo que se llama prakṣepātmika-śakti. Māyā posee especialmente dos energías: āvaraṇātmika y prakṣepātmika. Generalmente māyā nos mantiene cubiertos en la ilusión, y si llegamos a iluminarnos ligeramente, si queremos liberarnos de las garras de māyā, entonces entra en acción otra potencia de māyā, que es prakṣepātmika. Supongamos que uno piensa: “Ahora me volveré consciente de Kṛṣṇa. Esta conciencia material común es tan perturbadora. Mejor me vuelvo consciente de Kṛṣṇa”. Así que māyā les dirá: “¿Qué harás con eso? Es mejor que permanezcas en la conciencia material”. Esto se llama prakṣepātmika. Por eso, a veces hay personas que vienen a nuestra sociedad; se quedan durante algunos días, y después se van. Es lo que se llama prakṣepata, tirado, derrumbado. A menos que sea muy sincero, no podrá quedarse con nosotros; será derrumbado. Y Prahlāda Mahārāja dice que estas dos posiciones —alguien que agrada y alguien que no agrada— son cosas que suceden perpetuamente. No que: “Si cambio de cuerpo, ese proceso también desaparecerá”. No. En el mundo material mientras tengan ese cuerpo, tendrán que someterse a estos dos procesos. Alguien será su amigo y alguien será su enemigo. Yoga-samyoga-janma.

Y tan pronto como hay enemigos, surge la lamentación, la ansiedad. Śokāgninā. Esa lamentación es como un fuego de lamentación. Śokāgninā sakala-yoniṣu. Si piensan que esas cosas existen solamente en la sociedad humana, que alguien es el enemigo, o el amigo de alguien, no es así. En cualquier sociedad, cualquier yoni… Lo has visto incluso entre los gorriones, en la sociedad de las aves, también se pelean. Lo han visto. También tienen relaciones muy íntimas, y también se pelean. Tanto si piensan en los pájaros… Como en los perros, los perros son famosos por pelearse. Esto está sucediendo, hay quien nos es muy querido, hay quien es nuestro enemigo, y entre ellos pelean. Sakala-yoniṣu dahyamānaḥ. No pueden liberarse de ello evitando una sociedad, yéndose a otra sociedad. Eso no es posible. De ese modo, el fuego de la discordia, de la enemistad y la amistad continuará ardiendo, no sólo aquí, sino incluso en los planetas celestiales. En los planetas celestiales hay lucha entre los devas y los asuras. Los asuras envidian a los devas, y los devas también envidian a los asuras. En todas partes. Incluso el rey Indra tiene enemigos, aunque es muy opulento. Queremos elevarnos a los planetas celestiales para disfrutar de la opulencia de esa atmósfera, pero ahí nos encontramos de nuevo con lo mismo. (aparte, tosiendo) Agua. Así que esto no lo pueden evitar, tal como dice Prahlāda Mahārāja. Lo que podemos hacer es tratar de neutralizarlo. Como en este mundo material hay tantos intentos de mitigarlo. Como las Naciones Unidas. Han creado esta fórmula de las Naciones Unidas para aliviar los problemas, no más luchas, no más guerra, no más enemistad. Ese es un intento. Pero la enemistad existe; de lo contrario, ¿por qué hay una propuesta de las Naciones Unidas? Debido a que estamos desunidos, entonces la contrapropuesta es: “Unámonos”. Y Prahlāda dice: “Organizar tal cosa es también muy difícil y problemático. Aunque es una medida correctiva, arreglemos nuestros malentendidos”, es una propuesta muy buena. Pero zanjar esas divergencias es todavía más problemático. Tenemos esa experiencia. Cuando hacen algún acuerdo con la otra parte, él propone algo, ustedes proponen otra cosa. De modo que, aunque ponerse de acuerdo es una solución, llegar a ese acuerdo es muy, muy difícil. Por eso, Prahlāda Mahārāja dice que esta medida de remedio, auṣadha, es aún más problemático. Cuando existía la rivalidad, eso era problemático. Así como cuando hay alguna enfermedad, algo, cuando tienen un forúnculo en el cuerpo, es doloroso, pero cuando toman medidas para solucionarlo, la operación quirúrgica, es todavía más doloroso, es peor todavía. Hay que tomar anestésico, cloroformo, porque es más doloroso. Dondequiera hay peleas, hay enemistad, y si quieren llegar a un acuerdo, es todavía más problemático. Entonces duḥkhauṣadhaṁ tad api duḥkham. La solución es todavía más molesta que la enfermedad, que el sufrimiento. Duḥkhauṣadhaṁ tad api duḥkham atad-dhiyāham. Atat. Atat significa que no es cierto, inestable, vacilante, no… Atad-dhiyāham. No sabemos cuál es nuestra identidad. Tenemos conceptos erróneos. Dehātma-buddhi. Asad-grahāt. Atad, asat, es la misma cosa. Hemos recibido este cuerpo, nos identificamos con este cuerpo, a causa de esto. Si se hayan en el plano espiritual, entonces no hay problema, no hay falta de comprensión. Si entendemos las cosas correctamente mediante la educación o por el conocimiento que: “Tú también eres parte integral de Kṛṣṇa. Y yo también soy parte integral de Kṛṣṇa. Nuestra verdadera posición es servir al Señor”, entonces si servimos de esa forma, entonces no hay divergencias. Si nos ocupamos en el servicio de Kṛṣṇa, no puede haber divergencias. De no ser así, si actuamos en el plano del cuerpo, del cuerpo material, habrá esas divergencias, malentendidos. Atad-dhiyāham. Bhūman: “Mi Señor, el grande”, bhramāmi, “de este modo yo vago vida tras vida, cambio de cuerpo, cambio de situación, entro en situaciones distintas, con una mentalidad distinta. Pero no hay paz, no hay felicidad, simplemente cambiando el cuerpo”. Bhūman bhramāmi vada me tava dāsya-yogam: “De este modo estoy vagando por todo el universo. Ahora, por favor, ocúpame en Tu servicio”. Esa es la oración correcta, que a no ser que se ocupen en el servicio de Kṛṣṇa, nunca encontrarán la paz. Eso es un hecho. Podemos descubrir muchísimos planes y medidas correctivas, pero eso no nos ayudará. La única solución es entregarse a Kṛṣṇa. Kṛṣṇa nos da este hermoso consejo: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇam (BG 18.66). Eso curará todas sus enfermedades. Y esa mentalidad surge mediante la experiencia práctica después de muchísimas vidas, bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyante (BG 7.19), cuando entendemos correctamente que sin volvernos conscientes de Kṛṣṇa, sin ser sirvientes de Kṛṣṇa, no puede haber paz ni felicidad. Jñātvā māṁ śāntim ṛcchati, así lo dice Kṛṣṇa. Todo lo dice directamente. Bhoktāram… ¿Por qué nos peleamos unos con otros? Estoy pensando: “Lo disfrutaré. Me convertiré en el líder”. Y el otro bando dice: “No, no, yo seré el líder. Yo soy quien disfrutará de esto”. De ese modo se pelean. Pero si entendemos que: “Ni tú ni yo somos los disfrutadores; nosotros somos sirvientes. El disfrutador es Kṛṣṇa”, entonces puede surgir algo. Bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram, suhṛdaṁ sarva-bhūtānām (BG 5.29). Tratamos de ser amigos de nuestros amigos. ”Mi querido amigo, te ayudaré de esta manera. ahora estás en problemas”. Puede ayudarle, pero surgirán divergencias. De nuevo el amigo se convertirá en enemigo. Así que no puede haber paz alguna. Pero si todos estamos de acuerdo en que Kṛṣṇa es el amigo, el verdadero amigo…Suhṛdaṁ sarva-bhūtānām. Si Kṛṣṇa no fuera nuestro amigo, ¿por qué desciende a este plano donde vivimos en una condición degradada? Él es un gran amigo, Dīna-bandhu. Su nombre es Dīna-bandhu. Quien es muy, muy pobre de corazón, Él se convierte en Su gran amigo, dīna-bandhu y lo aconseja. Buddhi-yogaṁ dadāmi tam. Siempre es amistoso. Kṛṣṇa nunca es enemigo. Pero, aun así, nosotros creamos la enemistad. Nos volvemos demonios frente a Kṛṣṇa. Ese es el problema. Es necesario ser afortunado. Por lo tanto, Caitanya Mahāprabhu ha dicho:

ei rūpe brahmāṇḍa bhramite kono bhāgyavān jīva
guru-kṛṣṇa-kṛpayā pāya bhakti-lātā-bīja
(CC Madhya 19.151)

De ese modo vagamos por todo el universo, porque a menos que nos volvamos conscientes de Kṛṣṇa, a menos que nos hayamos refugiado plenamente en los pies de loto de Kṛṣṇa, este ciclo de nacimientos y muertes no se detiene y no hay ni paz ni felicidad. Esto debemos saberlo desde todos los puntos de vista y seguir estrictamente la conciencia de Kṛṣṇa. Entonces seremos felices. Esa es la razón por la que Prahlāda Mahārāja le pide al Señor Nṛsiṁha-deva que: “He tratado vida tras vida de encontrar paz y ser feliz y amistoso, pero no lo he conseguido. Ahora, Kṛṣṇa…”. Prahlāda Mahārāja dice: vada me tava dāsya-yogam: “Porque ahora estoy convencido de que si no soy Tu sirviente, no hay más posibilidad de paz y prosperidad en este mundo de dificultades”. Muchas gracias. Hare Kṛṣṇa.

Devotos: Jaya Prabhupāda. (fin).