ES/660415 - Clase BG 02.58-59 - Nueva York

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



660415BG-Nueva York, 15 abril 1966 - 59:33 minutos



Prabhupāda: (kīrtana) (prema-dhvani). Todas las glorias a los devotos reunidos. Todas las glorias a los devotos reunidos. Gaura-Premanandi. Hari Hari bol.

yadā saṁharate cāyaṁ
kūrmo 'ṅgānīva sarvaśaḥ
indriyāṇīndriyārthebhyas
tasya prajñā pratiṣṭhitā
(BG 2.58)

¿Cómo podemos saber que alguien está situado en la conciencia pura? Por la simple imaginación de que: “¿Estoy situado en la conciencia pura?”. No. Todo tiene que probarse por sus síntomas. Todo tiene que probarse por sus síntomas. Así como el hecho de que un paciente se cura implica que, por ejemplo, disminuye la fiebre; de forma similar, estamos tratando de separarnos del concepto material de la vida, para llegar a nuestra posición exacta. Soy un alma espiritual y la conciencia es el síntoma. Y tengo que situarme en la conciencia pura, vinculándome con la suprema conciencia. Éste es el programa. Ahora bien, la forma en que ese programa debe realizarse, lo vamos a comentar en el Capítulo Tercero. De una forma u otra estamos comentando algunos de los puntos, pero aquí las fórmulas...

Ahora mismo estamos estudiando el Segundo Capítulo. Estos son los contenidos, los contenidos de cómo una, quiero decir, una persona auto-realizada, situada en la conciencia pura, puede ser reconocida por su comportamiento práctico. Si. Vāsudeve bhagavati. Todo consiste en... Recibe el nombre de vairāgya. Vairāgya. Vairāgya quiere decir desapego, estar desapegado. Yo soy espíritu, y de una manera o otra estoy en contacto con la materia. Éste es mi problema. Todo el problema se debe a mi contacto con la materia. Ahora, tengo que desapegarme de la materia y situarme en la conciencia pura, en el estado espiritual. Esto se denomina vairāgya. Esta vairāgya o desapego de la atracción material, se hace fácilmente. Tal como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam:

vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam
(SB 1.2.7)

“Si alguien se ocupa en el servicio devocional de Vāsudeva, entonces, se desarrolla muy rápidamente, este desapego. Y el conocimiento”. El conocimiento también. Sin conocimiento no puede haber desapego. Sin conocimiento uno no puede desapegarse. ¿Y cuál es este conocimiento? El conocimiento es: “Yo no soy materia, soy un alma espiritual”. Así... Pero este conocimiento es... Aunque es algo que se dice muy fácilmente, que: “No soy este cuerpo, soy un alma espiritual”, pero en realidad, tener un conocimiento perfecto implica un gran trabajo. No es muy fácil. Para poder obtener ese conocimiento supremo, tantos, quiero decir, transcendentalistas, tratan vida tras vida, simplemente para desapegarse. Pero el proceso más fácil es, si uno se ocupa en servicio devocional. Ésta es la fórmula que se da en el Śrīmad-Bhāgavatam. Vāsudeve bhagavati. Vāsudeve bhagavati: “En la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa”. Vāsudeva es Kṛṣṇa. Vāsudeve bhagavati bhakti-yogaḥ prayojitaḥ (SB 1.2.7). Bhakti-yoga quiere decir servicio devocional. Si se aplica, si aplicamos nuestro servicio devocional al Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa, entonces el resultado será, janayaty āśu vairāgyam, que muy pronto estaremos desapegados de esta atracción material. Muy pronto. Y jñānaṁ ca yad ahaitukam. Y también obtendrán conocimiento. No sabrán cómo habrán recibido el conocimiento. Ésta es la magia. Ésta es la magia. Porque ¿cómo obtienen el conocimiento? Esto también se afirma en el Bhagavad-gītā.

Estas, todas estas Escrituras védicas están relacionadas, no son contradictorias. Si alguien dice que: “Hemos encontrado algunas contradicciones en la literatura védica, desde esta literatura hasta esta literatura”, no. No hay nada en absoluto, ninguna contradicción, ni incluso en la prédica de los grandes ācāryas. Estoy hablando de India. Hubo muchos grandes ācāryas, quiero decir, reformistas que vinieron. El Señor Buda también apareció en India. Luego, después del Señor Buda, vino Śaṅkarācārya. Luego, después de Śaṅkarācārya, vino Śrī Rāmānujācārya. Luego, después de Śrī Rāmānujācārya, Madhvācārya, y luego, recientemente vino Śrī Caitanya, el Señor Caitanya. Pero encontrarán un vínculo, un vínculo, aunque superficialmente podemos ver que el Señor Buda dijo algo que se contradice con las enseñanzas del Señor Śaṅkarācārya o que Rāmānujācārya dice algo que se contradice con Śaṅkara. No. No hay contradicción. Es sólo una cuestión de estudiar cómo están allanando el camino para la comprensión espiritual última. Eso requiere de, quiero decir, de un conocimiento muy substancial, ver cómo están allanando el camino, exactamente paso a paso.

Así como las enseñanzas del Señor Buda. Las enseñanzas del Señor Buda son... También consisten en desapegarse de la materia, nirvāṇa. Nirvāṇa. Pero no dice nada sobre el alma espiritual. Debido a que la situación desde la que está hablando, esa situación, para los seres humanos, la humanidad, no era la adecuada para entender cuál es la constitución del espíritu, por lo tanto, Él no dijo nada sobre el espíritu. Simplemente predicó la no-violencia. En lo que a nuestro cuerpo se refiere, Él enfatizó el punto de que debemos ser no-violentos. No debemos matar más a los animales. Ésta fue Su prédica. De forma similar, Śaṅkara... Un poco más que Buda. Él dijo: “No, no. La materia no lo es todo, es el espíritu lo auténtico, la materia es falsa”. Brahma satyaṁ jagan mithyā. Ahora bien, no explicó nada sobre las actividades de la vida espiritual. Simplemente insinuó que la materia es falsa. La materia se genera mediante el espíritu. El espíritu es lo auténtico, lo principal. Tal como Buda, no dijo nada sobre el espíritu. Simplemente quería ese desapego de la materia. Pero el desapego de la materia... Entonces, ¿cuál es mi apoyo? ¿Cuál es mi apoyo? Si dejo esta habitación, debo tener otra habitación donde quedarme. Ésta es la posición de Buda. Él no dijo nada sobre el espíritu. Pero Śaṅkara, Śaṅkara dijo: “No, la materia es nuestra falsa posición, el espíritu es la verdadera posición”. Pero no dijo nada sobre cuáles eran las actividades de la vida espiritual. Luego vino Śrī Rāmānujācārya. Él describió la verdadera posición de la vida espiritual. Todos implican un desarrollo gradual. Su... quiero decir, el Señor Jesús también, el Señor Jesucristo también dio indicios de la vida espiritual, del reino de Dios. Cuando hablamos del reino de Dios, no puede ser un reino vacante. Un reino implica que en él hay actividades. De lo contrario, ¿cuál es el significado de reino? Por supuesto, no dio una explicación detallada del reino de Dios, pero dio indicios.

Todos implican un desarrollo gradual, en cuanto a la sociedad humana se refiere. Según sea la situación. Todo el proceso consiste en, tal como el Señor Śrī Kṛṣṇa dicen en el Bhagavad-gītā,

yadā yadā hi dharmasya
glānir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya
tadātmānaṁ sṛjāmy aham
(BG 4.7)

Toda la atmósfera material continúa, pero nosotros... Existe un programa. Existe un plan. El plan es, que tan pronto como a la entidad viviente se la promueve mediante una evolución gradual, se promueve a la plataforma de la vida humana, tiene que entender su posición espiritual. En eso consiste todo el programa. La naturaleza se desarrolla bajo este plan del Señor Supremo. El plan del Señor Supremo. Todas las entidades vivientes aquí, en este... en lo que podemos ver... Sarva-yoniṣu kaunteya sambhavanti mūrtayaḥ yāḥ (BG 14.4). El Señor dice, el Señor Śrī Kṛṣṇa dice: “Todas las formas de vida, las entidades vivientes que ven ante ustedes, todas ellas nacen de Mí. Son Mis partes y porciones. Yo soy...”. Ahaṁ bīja-pradaḥ pitā: “Yo soy el padre. Yo soy el padre”. De modo que el Señor Śrī Kṛṣṇa, o Dios, es el padre de todas las entidades vivientes. A Él no le gusta ver que Sus hijos padecen miserias innecesariamente. A Él no le gusta verlo. ¿Por qué? Si somos hijos de Dios... ¿Cuál es la posición de Dios? Es Todopoderoso, lleno de opulencias, lleno de riquezas, lleno de belleza, lleno de conocimiento. Todo en su totalidad. Éste es el concepto de Dios. Ahora, si somos hijos de Dios, entonces somos los hijos de un hombre muy rico. ¿Por qué debemos de sufrir? No deberíamos de sufrir, pero de una manera u otra, debido al contacto material, estamos sufriendo. Estamos sufriendo. Ahora, este sufrimiento, nos hemos acostumbrado tanto a estos sufrimientos que asumimos que estos sufrimientos son irrelevantes. “Vamos a disfrutar de esta vida material. Este sufrimiento...”. No les importa el sufrimiento. ¿Lo ven? Quieren este disfrute material que es la causa de este cautiverio. Es la causa del cautiverio. No quieren... Así como existen prisioneros que no quieren salir de la vida de prisión. Piensan que es mejor permanecer en la prisión, porque: “No tengo responsabilidad. Si me voy de la prisión, tengo que buscar algún trabajo. Oh, esto es una molestia. Voy a quedarme aquí”. O incluso, después de acabar la vida de prisión, cuando sale, vuelve a cometer algún acto criminal, para que pueda ser puesto de nuevo en la cárcel. Se ha acostumbrado. De forma similar, no toma seriamente las miserias de la vida de prisión. Está tan acostumbrado que no las considera. Esto es ignorancia. Esto es ignorancia. De forma similar, aquellos que están en este mundo material, bajo las cadenas de las modalidades materiales de la naturaleza, han olvidado completamente que tenemos una vida espiritual, que está llena de libertad, llena de conocimiento, llena de felicidad, y que nos podemos volver exactamente casi como Dios. Estas cosas se han olvidado. Piensan que: “Si desde una vida de prisionero de clase C, puedo volverme un prisionero de clase A”. Así como en la vida de prisión hay algunas clases, prisionero de clase A, prisionero de clase B, prisionero de clase C, de forma similar, estamos esforzándonos en esta vida material para volvernos prisioneros de clase A. El programa no es para salir de la vida de prisión, sino que queremos volvernos prisioneros de clase A. Eso es ignorancia. Eso es ignorancia.

Aquí el Señor dice que:

yadā saṁharate cāyaṁ
kūrmo 'ṅgānīva sarvaśaḥ
indriyāṇīndriyārthebhyas
tasya prajñā pratiṣṭhitā
(BG 2.58)

¿Cuáles son las cadenas de esta vida de prisión? Las cadenas de la vida de prisión... Así como en una prisión ordinaria, el prisionero... Por supuesto, yo no sé cuál es el caso de las prisiones aquí, pero yo le he visto. A veces en Nueva Delhi era invitado a dar buenas lecciones a los prisioneros. De modo que he visto tantos prisioneros. Estaban encadenados con cadenas de hierro, cadenas de hierro. Nosotros también estamos encadenados aquí. ¿Y cuáles son esas cadenas? Es nuestro disfrute de los sentidos. Si. Estamos encadenados a este mundo material mediante el disfrute de los sentidos. Eso es todo. Si queremos cortar nuestra vida de prisión, entonces, el primer síntoma será que minimicemos el disfrute de los sentidos o que regulemos este disfrute de los sentidos. Aquí el Señor dice: yadā saṁharate cāyaṁ kūrmo 'ṅgānīva sarvaśaḥ. El ejemplo que se da es el de la tortuga. La tortuga puede cerrar, retraer los sentidos cuando quiera. Eso quiere decir que se vuelve el amo de los sentidos. No le gusta ser el sirviente de los sentidos. Esto, quiero decir, este verso, ya lo hemos comentado. Indriyāṇīndriyārthebhyas tasya prajñā pratiṣṭhitā. Aquel que tiene práctica en controlar los sentidos... Los sentidos no se pueden detener. Tienen que ser utilizados en el momento apropiado, pero no bajo el dictado de los sentidos. Cuando uno llega a este nivel de vida, que los sentidos no dictan sino que se usan los sentidos cuando se requiere apropiadamente... Los sentidos no se pueden detener. Esto no se prescribe. Esto no se prescribe. Alguien dice que el control de los sentidos quiere decir usar..., detener la acción de los sentidos. No. Los sentidos, la acción de los sentidos no puede detenerse. Simplemente tiene que purificarse. La acción de los sentidos tiene que ser purificada. Éste es el proceso. Porque como entidades vivientes espirituales, tenemos nuestros sentidos espirituales. Estos sentidos, están ahora cubiertos por la materia. No estamos desprovistos de sentidos. Así como su abrigo. Su abrigo se corta de acuerdo con sus brazos. Porque el abrigo, lo verán el abrigo también tiene brazos. ¿Y por qué el abrigo tiene brazos? Porque quien usa el abrigo tiene brazos. El abrigo se corta de acuerdo a los brazos del cuerpo de quien va a usarlo. De forma similar, este cuerpo material ha sido descrito en el Bhagavad-gītā como un vestido. A menos que tenga un cuerpo, ¿de dónde viene el vestido? El vestido no tiene sentido a menos que tenga un cuerpo.

Existen los sentidos y necesitamos usar estos sentidos; de lo contrario, los sentidos no tienen significado. Pero estos son espirituales. De modo que los sentidos tienen que estar ocupados en actividades espirituales. Esto es la vida espiritual, la vida espiritual. El ejemplo, tal como ya les he explicado muchas veces, tal como Arjuna. Él quería controlar los sentidos por abstenerse de luchar. Cuando se pelea, hay que ocupar los sentidos. Él dijo: “No lucharé”. Eso quiere decir que va a controlar sus sentidos para no luchar. Pero después de escuchar el Bhagavad-gītā, dijo: “Si, lucharé”. Ahí ven. Antes de escuchar el Bhagavad-gītā, la posición de Arjuna de “yo” y “no lucharé”, y después de escuchar el Bhagavad-gītā, la posición de “yo”, “sí, lucharé”, son dos contradicciones. Antes de escuchar el Bhagavad-gītā, la posición de “yo” era negativa, y la gente puede considerar esta actitud de no-violencia de Arjuna como muy buena. Pero después del Bhagavad-gītā, después de escuchar el Bhagavad-gītā, él dio, “sí”. Kariṣye vacanaṁ tava (BG 18.73): “Si, lucharé”. Ahora, ¿quiere esto decir que se degradó? En un principio, era no-violento. No deseaba luchar. Ahora, ¿se degradó después de escuchar el Bhagavad-gītā? ¿Es..., es ésta la conclusión? No. Él ha mejorado. Él ha mejorado ¿Por qué ha mejorado? Porque entendió cómo usar los sentidos. Eso es todo. En el principio no sabía cómo usar los sentidos. Por lo tanto, decidió: “No lucharé. No lucharé”. Éste era un cálculo material.

Nuestros cálculos materiales son todos absurdos. Nuestros cálculos o actividades materiales son todos absurdos. Son todos causas de nuestro cautiverio. Y cuando los mismos sentidos se ocupan en el servicio del Supremo, comienza nuestra libertad. Kāmaḥ kṛṣṇa-karmārpane. Aquí se explica lo mismo de forma indirecta. Yadā saṁharate cāyaṁ kūrmo 'ṅgānīva. Uno debe de saber: “Cuando voy a usar de forma adecuada los sentidos”. Éste es el signo de una persona que está situada en la conciencia pura. Él sabe de forma apropiada: “Como usar mis sentidos”. Ésta es la diferencia mediante la instrucción del Bhagavad-gītā, vemos que en el principio Arjuna no sabía cómo usar sus sentidos, y aprendió después de escuchar el Bhagavad-gītā. Se volvió un hombre erudito en cómo usar sus sentidos. Cuando no sabía cómo usar sus sentidos, dijo: “No lucharé”. Y cuando aprendió a usar sus sentidos, dijo: “Si. Lucharé”. Ahora, ¿cuál es la diferencia entre “si” y “no”? Eso quiere decir que cuando nuestros sentidos están ocupados en el servicio de la suprema conciencia, entonces estamos situados en una situación de pura conciencia. Y cuando usamos nuestros sentidos para nuestros caprichos, para nuestros caprichos... Tal como en el śloka anterior se explicó, prajahāti yadā kāmān sarvān pārtha mano-gatān. Creamos planes mediante nuestra invención mental. Esto debe de abandonarse. Yadā prajahāti kāmān sarvān. Toda clase de invención mental, de especulación mental se debe de abandonar. Ésta es la ciencia. Éste es el comienzo de nuestra vida espiritual: “No voy a usar mi mente para mis actividades. Esperaré por direcciones de las autoridades superiores, de la suprema conciencia. Luego, actuaré”.

Así como un soldado que está simplemente esperando la orden de su comandante. Entonces sus actividades se aprueban: “Oh, lo está haciendo muy bien. Si”. Mediante la aprobación de su comandante mata a tantas personas, y mediante este arte de matar, está siendo recompensando: “Oh, eres un buen soldado”. Pero por el mismo acto de matar será colgado por el mismo Estado, incluso si mata a un solo hombre, si lo hace por su interés personal. Ese mismo Estado por el que está ocupado en luchar, si mata a sus enemigos, lo recompensará. Se le va a conceder una medalla de oro, un reconocimiento. Pero esa misma persona, fuera del campo de batalla, cuando llega a casa, si mata a un solo hombre, será colgado. Y si dice: “Era matar lo que hacía en el campo de batalla y es matar lo que estoy haciendo. Allí maté a cientos de miles de hombres y me concedieron una medalla de oro. Y aquí he matado solamente a una persona. ¿Por qué me van a colgar? ¿Qué es esto?”. No. “Has matado de acuerdo a tus propios caprichos y aquello era por una orden superior”. Ésta es la diferencia. De forma similar, si hacemos, si actuamos de acuerdo a nuestra propia especulación o caprichos mentales, entonces estaremos atados por la reacción. Y si practicamos para estar activos bajo la dirección del Supremo, entonces somos libres. Éste es el arte. Éste es todo el arte de la vida espiritual.

Tenemos que practicar. Tenemos que practicarlo en todo lo nuestro. Porque mientras estemos en este cuerpo material, tenemos tantas demandas materiales. No podemos detener las actividades del cuerpo. No es posible. Si detenemos todas las actividades del cuerpo a la fuerza, no es posible. No es posible. Las actividades del cuerpo continuarán pero las actividades corporales se llevarán a cabo de tal manera que no vamos a ser atados por la reacción. Y eso se llama servicio devocional. Eso se llama,

vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam
(SB 1.2.7)

Así como por ejemplo, tenemos que comer. Comer es necesario. Mientras exista mi cuerpo, comer es necesario. Pero el Bhagavad-gītā dice:

yajñārthāt karmaṇo 'nyatra
loko 'yaṁ karma-bandhanaḥ
yajña-śiṣṭāśinaḥ santo
mucyante sarva-kilbiṣaiḥ
(BG 3.9)

que aquel que realiza sacrificios... Sacrificios quiere decir, complacer al Señor Supremo. Esto es sacrificio, el significado de sacrificio. De lo contrario el sacrificio no tiene significado. Sacrificio quiere decir... Supongamos que tienen mil dólares en su bolsillo. Ahora lo sacrifican. La gastan para alguna buena causa. “Oh, este hombre ha sacrificado cien dólares”. Pero esa clase de sacrificio también es causa de su cautiverio. Ahora, supongamos que le han dado a un hombre pobre cien dólares para ayudarle. Ahora, de acuerdo con la ley del karma, le han dado cien dólares a un hombre pobre para ayudarle. Eso quiere decir, que ese hombre pobre tendrá que pagarles cuatrocientos dólares en su siguiente vida, con el interés y los intereses compuestos. Y ustedes tendrán que aceptar esos cuatrocientos dólares. Y supongamos que se están preparando para conquistar su siguiente vida, pero por ayudarle con esos cien dólares están ahora atados a recibir el pago de esos cuatrocientos dólares; por lo tanto, tendrán que volver a nacer. Éstas son las leyes sutiles. Si creemos en la literatura védica, en la ley del karma, ahí se afirma esto. Podemos aceptarlo o no aceptarlo. Eso es algo diferente. Tal como si depositan en un banco cien dólares. Si lo olvidan después de veinte años tendrán que aceptar doscientos dólares. El banco les va a pagar tanto si quieren aceptarlo como si no. Así como tenemos estas leyes en la vida corriente, de forma similar, cualquier cosa, por las buenas acciones o las malas acciones, tendremos que sufrir o disfrutar de los resultados. Eso se denomina reacciones. Pero en el sacrificio por la causa del Señor Supremo, no hay reacciones. Éste es el lado positivo. Pero hay tantos lados negativos también.

El Bhagavad-gītā dice: yajña-śiṣṭāśinaḥ santo mucyante sarva-kilbiṣaiḥ. Sarva-kilbiṣaiḥ. Sarva-kilbiṣaiḥ. Kilbiṣa quiere decir reacción pecaminosa, reacción pecaminosa, “golpe por golpe”, en las buenas reacciones o en las malas reacciones. Pero aquel que come después de ofrecérselo al Señor Supremo, no se encuentra bajo las regulaciones de la reacción. Cualquier cosa que comemos... Incluso si comemos, tenemos que pagar por ello. Ahora, la palabra sánscrita, la carne... La palabra sánscrita de carne es māṁsa. Māṁsa. Māṁsa quiere decir..., mām quiere decir “yo” y sa quiere decir “él”. “Si como algún animal, en mi siguiente vida ese animal me comerá”. Eso se denomina, māṁsa. Ahora, además de animales... No piensen que los que son vegetarianos están libres de todas estas reacciones. No. Tampoco lo están. Tampoco lo están. La ley es que uno tiene que pagar por la ayuda que ha tomado de otras entidades vivientes. Ésta es la ley del karma. De modo que, tanto si comen vegetales como si comen carne, tienen que pagar por ello. Pero, yajña-śiṣṭāśinaḥ santo mucyante sarva-kilbiṣaiḥ. El Bhagavad-gītā dice que si comen los remanentes después de haber ofrecido en sacrificio al Señor, entonces, no sólo se liberan de toda reacción, sino que además no comen nada pecaminoso. Éstas son las directrices del Bhagavad-gītā.

De modo que en cada aspecto de nuestra vida... Éste es un ejemplo insignificante de las actividades de nuestra vida. Si actuamos vinculando nuestras acciones con el Señor Supremo, entonces estaremos libres de las reacciones. De lo contrario, estamos atados por estas reacciones. Ésta es la ley. Para poder liberarme de las reacciones de mis actividades... Porque mientras que esté... Debido a que soy una entidad viviente, tengo que actuar. Tanto si actúo espiritualmente como si actúo materialmente, tengo que actuar. Mis actividades no se van a detener. Es absurdo decir: “Voy a parar todas mis actividades”. No. Eso no puede ser. Sus actividades van a continuar. Si no actúan espiritualmente, tendrán que actuar materialmente. Y si están completamente ocupados en actividades espirituales, no hay oportunidad para las actividades materiales. Porque después de todo, son los actores, son uno, si están ocupados en algo. Tal como en nuestra vida normal, si hacemos algo en un momento en particular, no podemos hacer otras cosas, de forma similar, tenemos que dedicarnos completamente a la vida espiritual. Entonces nuestras actividades materiales se detendrán totalmente, y no habrá reacciones. A pesar de que actuemos... Así como el soldado. A pesar de que mata a cientos y miles de personas, no va a ser colgado. Va a ser recompensado. Ésta es la técnica.

El Señor dice:

viṣayā vinivartante
nirāhārasya dehinaḥ
rasa-varjaṁ raso 'py asya
paraṁ dṛṣṭvā nivartate
(BG 2.59)

Ahora, la negación. La negación. “Está bien, no voy a hacer esto que producirá reacciones”. Esta, quiero decir, negación forzosa no se sostendrá. “No voy a hacer esto”. O por ejemplo, tomen ese pequeño incidente de nuestra vida, el comer. Ahora, debido a que comer tiene reacciones, porque por cualquier cosa que coma tengo que pagar... Tanto si comen vegetales, como carne, da igual. “Entonces voy a... No voy a comer”. Oh, eso no puede ser. ¿Cómo no van a comer? No pueden dejar de hacerlo. Para vivir tienen que comer. De modo que, aquí el Señor dice, viṣayā vinivartante nirāhārasya dehinaḥ. Tal como si una persona está enferma. El doctor le aconseja: “No tomes tal y tal cosa”. Y está pasando hambre o está ayunando. Supongamos que en un caso de fiebre tifoidea, el doctor ha aconsejado que no tome comidas sólidas. Y bajo la instrucción del doctor, no toma ninguna comida sólida. Pero supongamos que su hermano está comiendo un poco de pan. Oh, a él le gustaría: “Si pudiera comerlo”. Pero eso quiere decir que dentro de sí mismo... Él está, a la fuerza, por la instrucción del médico, está forzado a no comer. Pero interiormente tienen la tendencia a comer. Pero por temor de que: “Si como, habrá una mala reacción por haber tomado una comida sólida”, a la fuerza, no lo come. De forma similar hay tantas cosas que nos abstenemos de hacer a la fuerza. No. Esta clase de abstención no les hará progresar en la vida espiritual, a la fuerza. No. A la fuerza, no puedo... Porque son independientes. Cada ser individual tiene una pequeña porción de independencia. Nada se puede hacer mediante la fuerza. No. Ni siquiera pueden forzar a un niño. Él tiene su independencia. Se rebelará si lo fuerzan. De modo que aquí se dice: viṣayā vinivartante. Uno puede abstenerse de disfrutar materialmente, de una manera u otra, mediante la fuerza... Nirāhārasya dehinaḥ, rasa-varjaṁ raso 'py asya paraṁ dṛṣṭvā nivartate. Pero aquel que está avanzado espiritualmente, él no es forzado. Él lo deja voluntariamente. Ésta es la diferencia. Lo deja voluntariamente. ¿Cómo? ¿Por qué lo deja voluntariamente? Ahora, paraṁ dṛṣṭvā nivartate (BG 2.59). Porque ha encontrado algo sublime, tan sublime que no se preocupa por el disfrute material. Él no es forzado. Lo deja voluntariamente. Éste es el criterio de la vida espiritual. No hay fuerza. Tal como, en un bello verso que nos ha dado Yamunācārya. Yamunācārya, era un gran emperador, pero más tarde, se volvió un gran devoto del Señor bajo la sucesión discipular. Ahora, él tiene unos versos muy bellos, escritos por él. Uno de los versos dice así:

yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-padāravinde
nava-nava-rasa-dhāmany udyataṁ rantum āsīt
tad-avadhi bata nārī-saṅgame smaryamāne
bhavati mukha-vikāraḥ suṣṭhu niṣṭhīvanaṁ ca

Él cuenta la experiencia de su vida. Él era un rey. Estaba disfrutando plenamente de su vida. Ahora, después de volverse un gran devoto, ocupado espiritualmente, expresó esta experiencia de esta manera, yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-padāravinde: “Desde que he dedicado mi corazón y mi alma al supremo servicio devocional del Señor, desde entonces...”. ¿Cuál es el resultado? Yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-padāravinde nava-nava-rasa-dhāmany udyataṁ rantum āsīt: “A cada momento tengo un nuevo tipo de placer trascendental. Desde entonces...”. Bata nārī-saṅgame. Esto es materialmente. Nārī-saṅga quiere decir vida sexual, la combinación del hombre y la mujer, nārī-saṅgame. Él dice: “Desde entonces, siempre que pienso en la vida sexual...”. Porque él lo ha experimentado. Él fue un hombre de familia, era un rey. Él dijo: “Siempre que pienso en, no que lo llevo a cabo, sino que simplemente por pensar en la vida sexual, oh, yo digo, ahora, '¡Tu!' ” (como si escupiera). De modo que, paraṁ dṛṣṭvā nivartate. ¿Por qué esta vida ha llegado a él? Porque ha visto algo. Ha experimentado algo, que es el placer transcendental. Y en comparación con este placer transcendental, este placer material es como escupir. ¿Lo ven? Muy insignificante.

Aquí se dice, rasa-varjaṁ raso 'py asya paraṁ dṛṣṭvā nivartate (BG 2.59). Aquel que se abstiene a la fuerza del disfrute material, oh, esa clase de abstención forzosa del disfrute material, no puede durar. No puede durar. Hay tantos ejemplos. Había un gran muni, un gran sabio, cuyo nombre era Viśvāmitra Muni, Viśvāmitra. Anteriormente había sido un rey muy poderoso. Ahora, en su vida posterior, lo había abandonado todo y quería ser un trascendentalista y un gran meditador, un gran meditador en los principios de vida del yoga. Era un gran yogī, un gran yogī. Ahora, Viśvāmitra estaba llevando a cabo una meditación en el bosque muy rigurosa. Así el... Ahora, Indra, el rey del cielo, se asustó: “Este hombre está realizando tantas austeridades. Podría venir. Podría pedirle a Dios y reclamar mi sitio. ¡Despertadle! ¡Despertadle! ¡Apartarlo de su propósito!”. De modo que tenía muchas bellas mujeres bajo su control, una cuyo nombre era Menakā. A Menakā se le ordenó: “Vete allí y trata de inducirle a relacionarse contigo”. Porque en este mundo nuestra verdadera atadura es este... Tanto para el hombre como para la mujer, ésta es la verdadera atadura, la vida sexual. De modo que Menakā fue enviada a Viśvāmitra, y Viśvāmitra estaba meditando, pero sus ojos estaban cerrados. Así que esta mujer hizo algunos sonidos con sus pulseras y Viśvāmitra pensó: “Oh, frente a mí, hay una bella mujer, muy joven”. Ahora, esta mujer fue enviada con esa finalidad, de modo que él se implicó con esa mujer, y una niña nació de esa combinación. El nombre de la niña es Śakuntalā. Quizás... Éste es un nombre muy famoso. Existe un libro de Śakuntalā. Ésta es la hija de esta combinación. Ahora, aquí está el ejemplo de que él era un gran meditador, un gran yogī, pero las repercusiones internas de disfrutar de la vida sexual o el disfrute material, no actuaron. Esto fue a la fuerza. Fue sumergido a la fuerza. Esta clase de fuerza, forzar nuestros sentidos a no actuar, no es la adecuada. Tenemos que ver algo más bello que esta vida material. Entonces, podremos abstenernos de actuar materialmente. Y no de otra manera. De lo contrario no es posible.

De modo que tenemos que aprender esto, que tenemos que ver la belleza de la vida espiritual. Entonces, de una forma natural, nos podremos abstener de las actividades materiales. Así como un niño, un muchacho. Está todo el día haciendo travesuras y jugando, pero si se le da alguna buena ocupación... Ahora hay tantos mecanismos en el departamento educativo, el sistema de kindergarten, o este sistema o aquel sistema. Pero si está ocupado: “Oh, desde 'A,' desde 'B.' ”. Él aprende al mismo tiempo el ABC, y también al mismo tiempo se abstiene de sus travesuras. De forma similar, hay cosas en el sistema de kindergarten de la vida espiritual. Si ocupamos nuestras actividades en esas actividades espirituales, sólo entonces es posible abstenerse de las actividades materiales. Las actividades no pueden detenerse. Las actividades no pueden detenerse. Tal como el mismo ejemplo, que Arjuna... Al contrario, antes de escuchar el Bhagavad-gītā, se volvió inactivo, no quería luchar. Pero después de escuchar el Bhagavad-gītā, se volvió más activo, pero transcendentalmente activo. De modo que la vida espiritual o la vida transcendental, no quiere decir que estamos libres de las actividades. De forma artificial, si nos sentamos: “Oh, no voy a hacer más nada material. Sólo voy a meditar”, oh, ¿qué clase de meditación va a realizar? Su meditación se romperá en un momento, tal como ni siquiera Viśvāmitra Muni pudo continuar con su meditación. Tenemos que estar siempre, cien por cien ocupados en actividades espirituales. Éste debe ser el programa de nuestra vida. Por el contrario, en la vida espiritual difícilmente encontrarán algún tiempo para salir de ella. Tienen tantas ocupaciones. Rasa-varjam. Y esas ocupaciones sólo serán posibles cuando encuentren placer transcendental en ellas.

Sólo así se realizará. Sólo así se realizará. Ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgaḥ (CC Madhya 23.14-15). La vida espiritual comienza, en primer lugar con śraddhā, con algo de fe. Así como ustedes están bondadosamente viniendo aquí a escucharme. Tienen un poco de fe. Éste es el comienzo. Sin fe, no podrían pasar su tiempo aquí, porque aquí no hay cine, ni hay conversaciones políticas ni nada de... Puede ser para algunos un tema muy aburrido. Un tema muy aburrido. (risas) Pero aun así, ustedes vienen. ¿Por qué? Debido a que tienen un poco de fe, “Oh, aquí hay Bhagavad-gītā. Vamos a escucharlo”. De modo que la fe es el comienzo. Aquellos que no tienen fe no pueden tener ninguna vida espiritual. La fe es el comienzo. Ādau śraddhā. Śraddhā. Y esta fe, fidelidad, en la medida en que se intensifica, en esa medida progresan. De modo que esta fe tiene que ser intensificada. El comienzo es la fe. Y ahora, mientras intensifican su fe, van progresando en el camino espiritual. Ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgaḥ (CC Madhya 23.14-15). Si tienen un poco de fe, encontrarán algún sādhu, sādhu o algún santo que podrá darles alguna iluminación espiritual. Eso se denomina sādhu-saṅga (CC Madhya 22.83). Ādau śraddhā. El principio básico es śraddhā, y el siguiente paso es sādhu-saṅga, la relación con personas espiritualmente realizadas. Eso se denomina sādhu... Ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgo 'tha bhajana-kriyā. Y si realmente hay una relación con personas espiritualmente auto-realizadas, entonces les darán un proceso de actividades espirituales. Eso se denomina bhajana-kriyā. Ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgaḥ atha bhajana-kriyā tataḥ anartha-nivṛttiḥ syāt. Y en la medida en que se ocupan más y más en actividades espirituales, en esa proporción sus actividades materiales y su afecto por las actividades materiales, disminuirá. Neutralización. Cuando se ocupan en actividades espirituales, sus actividades materiales disminuyen. Pero simplemente tengan en cuenta esto. Entre las actividades materiales y las actividades espirituales, la diferencia es que... Supongamos que su ocupación es ser médicos. No piensan que: “Si me dedico a la vida espiritual, tendré que dejar mi profesión”. No, no. Esto no es así. Tendrán que espiritualizar su profesión. Tal como Arjuna, que era un militar. Él se volvió un espiritualista. Eso quiere decir que espiritualizó sus actividades militares.

Éstas son las técnicas. Así, ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgaḥ atha bhajana-kriyā tataḥ anartha-nivṛttiḥ syāt (CC Madhya 23.14-15). Anartha quiere decir... Anartha quiere decir, que crea mis miserias. Las actividades materiales van a continuar aumentando mis miserias. Pero si adoptan la vida espiritual, sus miserias materiales gradualmente disminuirán y prácticamente se volverán nulas. Y cuando están realmente libres de las afinidades materiales, entonces su verdadera vida espiritual comienza. Athāsakti. Se vuelven apegados. Ya no pueden dejarlo más. Cuando su anartha-nivṛtti, cuando sus actividades materiales se detienen completamente, no pueden dejarlo. Athāsakti. Ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgo 'tha bhajana-kriyā tato 'nartha-nivṛttiḥ syāt tato niṣṭhā (CC Madhya 23.14-15). Niṣṭhā quiere decir que su fe se vuelve más firme, fija, estable. Tato niṣṭhā tato ruciḥ. Ruci. Ruci quiere decir que simplemente ansían cosas espirituales. No les gusta escuchar nada, excepto el mensaje espiritual. No quieren hacer nada excepto las actividades espirituales. No quieren comer nada que no esté espiritualizado. Su vida cambiará. Tato niṣṭhā athāsaktiḥ. Luego el apego, luego bhāva. Luego estarán transcendentalmente, quiero decir, extáticos. Habrá algún éxtasis. Y éste es el... Estos son los diferentes pasos para lograr el plano más elevado de la vida espiritual. Tato bhāvaḥ. Tato bhāvaḥ. Bhāva, este estado de bhāva, es el plano correcto desde donde pueden directamente hablar con el Señor Supremo.

Tenemos que encontrar gradualmente esta etapa de la vida. Aquí el Señor dice, que a la fuerza no podemos detener las actividades materiales de nadie. Eso no es posible. A la fuerza no es posible. De modo que cualquier otro sistema de comprensión espiritual, ya sea el proceso de la especulación filosófica o el proceso de la artificial, quiero decir, gimnasia del cuerpo, lo ven, o la meditación, la meditación forzosa... Trabajo todo el día en una atmósfera material y supongamos que medito por dos horas. Por supuesto algo se progresa. Cualquier cosa, cualquier acción espiritual nunca es en vano. Esto es un hecho. Pero ese progreso es muy lento, muy lento. Nuestra determinación debe de ser... Estoy muy contento de decir que este muchacho nuestro, el señor Paul, algunas veces dice: “Swamiji, quiero aumentar mi vida espiritual, inmediatamente”. (risas). Requiere paciencia, paciencia. Se va a hacer, por supuesto. Cuando se tienen tales deseos, Dios les va a ayudar. Él está dentro de ustedes. Está simplemente tratando de ver lo sinceros que son. Y entonces les dará todas las oportunidades para aumentar su vida espiritual. Teṣāṁ satata-yuktānāṁ bhajatāṁ prīti-pūrvakam (BG 10.10), dadāmi buddhi-yogam.

Si nos volvemos sinceramente los sirvientes de Dios, tal como Arjuna se volvió, y si queremos servir Su propósito y Su misión, tan pronto como... El Señor está dentro de ustedes. Īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe 'rjuna tiṣṭhati (BG 18.61). Está simplemente esperando que vuelvan su cara hacia Él. Ahora, han vuelto su cara hacia māyā, la ilusión. Tan pronto como vuelvan su cara hacia Él, oh, Él les va a ayudar en todos los sentidos, en todos los sentidos. Él es tan bondadoso. Él es tan misericordioso. Tal como un padre. Sin importar lo rebelde que un hijo pueda ser, tan pronto como va a su padre: “Padre, perdóname. Ahora te voy a obedecer”, ese padre inmediatamente... Él estaba ya dispuesto a perdonarle. El padre es tan bondadoso hacia el hijo, que lo que quiere es: “Si mi hijo regresa, voy a perdonarle todas sus fechorías, si regresa como un buen muchacho”. Éste es el instinto natural. ¿Lo ven? De forma similar, cualquier cosa que hayamos hecho, da igual. Si damos el paso: “Desde ahora, tengo la oportunidad de la forma humana de vida. Ahora, en esta vida... Ya he disfrutado de la vida material en muchas vidas, como gato, como perro y en tantas vidas, el āhāra-nidrā-bhaya-maithunaṁ ca, el mismo placer, comer, dormir y las relaciones sexuales y buscar protección... Ésta no es la misión de la vida humana. La vida humana es simplemente para entender mi relación con el Supremo y dedicarme a esa ocupación”. ¿Lo ven? Ésta debe ser la misión de la vida. Y tan pronto como lo hacemos, se abren todas las facilidades y por el pequeño progreso que hagan, verán que no tienen más apego ni por la vida material ni por el disfrute material.

Muchas gracias. (fin)