ES/SB 3.29.44


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 44

guṇābhimānino devāḥ
sargādiṣv asya yad-bhayāt
vartante ’nuyugaṁ yeṣāṁ
vaśa etac carācaram


PALABRA POR PALABRA

guṇa—las modalidades de la naturaleza material; abhimāninaḥ—encargados de; devāḥ—los semidioses; sarga-ādiṣu—en cuestiones de creación, etc.; asya—del mundo; yat-bhayāt—por temor de quien; vartante—llevan a cabo funciones; anuyugam—según los yugas; yeṣām—de quien; vaśe—bajo el control; etat—este; cara-acaram—todo lo animado y lo inanimado.


TRADUCCIÓN

Por temor a la Suprema Personalidad de Dios, los semidioses directores que se encargan de las modalidades de la naturaleza material cumplen con las funciones de creación, mantenimiento y destrucción; en este mundo material, todo lo animado y lo inanimado está bajo Su control.


SIGNIFICADO

Las tres modalidades de la naturaleza material —bondad, pasión e ignorancia— están bajo el control de tres divinidades, a saber, Brahmā, Viṣṇu y Śiva. El Señor Viṣṇu es responsable de la modalidad de la bondad; el Señor Brahmā, de la modalidad de la pasión; y el Señor Śiva, de la modalidad de la ignorancia. Hay también muchos otros semidioses, que son responsables de los departamentos del aire, del agua, de las nubes, etc. De la misma manera que un gobierno tiene muchos ministerios, el gobierno del Señor Supremo en el mundo material tiene también muchos departamentos, que, por temor a la Suprema Personalidad de Dios, funcionan como es debido. No cabe duda de que son los semidioses quienes controlan toda la materia animada e inanimada que hay en el universo, pero por encima de ellos, el controlador supremo es la Suprema Personalidad de Dios. Por eso en la Brahma-saṁhitā se dice: īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ. No cabe duda de que en la administración ministerial del universo hay muchos controladores, pero el controlador supremo es Kṛṣṇa.

La disolución puede ser de dos tipos: una tiene lugar cuando Brahmā se va a dormir, a la llegada de la noche de Brahmā, y la disolución final se produce cuando Brahmā muere. Mientras vive, la creación, el mantenimiento y la destrucción corren a cargo de diversos semidioses, bajo la superintendencia del Señor Supremo.