ES/SB 4.25.11


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 11

so ’nveṣamāṇaḥ śaraṇaṁ babhrāma pṛthivīṁ prabhuḥ
nānurūpaṁ yadāvindad abhūt sa vimanā iva


PALABRA POR PALABRA

saḥ—ese rey Purañjana; anveṣamāṇaḥ—en busca de; śaraṇam—refugio; babhrāma—viajó por; pṛthivīm—todo el planeta Tierra; prabhuḥ—para ser un amo independiente; na—nunca; anurūpam—de su gusto; yadā—cuando; avindat—pudo encontrar; abhūt—se puso; saḥ—él; vimanāḥ—triste; iva—como.


TRADUCCIÓN

Buscando un lugar adecuado para vivir, el rey Purañjana viajó por todo el mundo, pero no pudo encontrar un lugar de su gusto ni siquiera después de haber viajado mucho. Al final, se llenó de tristeza y desánimo.


SIGNIFICADO

Los viajes de Purañjana son como los viajes de los hippies de hoy en día. Los hippies suelen ser hijos de padres y familias muy bien situados. No han vivido siempre en la pobreza. Sin embargo, de una u otra forma, abandonan el refugio de sus ricos padres y viajan por todo el mundo. Como se explica en este verso, la entidad viviente desea ser un prabhu, un amo. La palabra prabhu significa «amo», pero la realidad es que la entidad viviente no es el amo; es el sirviente eterno de Dios. Cuando abandona el refugio de Dios, Kṛṣṇa, y trata de ser un prabhu independiente, la entidad viviente viaja por toda la creación, donde hay 8 400 000 especies de vida y trillones de planetas. La entidad viviente vaga por todos esos cuerpos pasando por diversos planetas; así pues es como el rey Purañjana, que viajó por todo el mundo en busca de un lugar adecuado para vivir. En una canción, Śrī Narottama dāsa Ṭhākura dice: karma-kāṇḍa, jñāna-kāṇḍa, kevala viṣera bhāṇḍa: «El sendero de karma-kāṇḍa [las actividades fruitivas] y el sendero de jñāna-kāṇḍa [la especulación] son como grandes vasijas llenas de veneno». Amṛta baliyā yebā khāya, nānā yoni sadā phire: «La persona que confunde ese veneno con néctar, y lo bebe, debe viajar por distintas especies de vida». Kadarya bhakṣaṇa kare: «Y come todo tipo de cosas abominables, según el cuerpo en que se encuentre». En un cuerpo de cerdo, por ejemplo, la entidad viviente come excremento. Cuando está en un cuerpo de cuervo, come toda clase de desperdicios, incluso pus y moco, y disfruta de ello. De esta forma, Narottama dāsa Ṭhākura señala que la entidad viviente viaja en diversidad de cuerpos y come todo tipo de cosas abominables. Cuando, finalmente, no logra la felicidad, se llena de tristeza o adopta el modo de vida de los hippies. En este verso, por lo tanto, se dice (na anurūpam) que el rey no podía encontrar el lugar adecuado para sus fines. Esto se debe a que la entidad viviente no puede ser feliz en ninguna forma de vida ni en ningún planeta del mundo material, pues todo lo que hay en el mundo material es inadecuado para el alma espiritual. Como se afirma en este verso, la entidad viviente desea ser un prabhu independientemente, pero no puede ser feliz hasta el momento en que abandona esa idea y pasa a ser un sirviente de Dios, Kṛṣṇa. Por eso Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura canta:


miche māyāra vaśe, yāccha bhese’,
khāccha hābuḍubu, bhāi


«Mi querida entidad viviente, ¿por qué te dejas arrastrar por las olas de māyā?». Como se afirma en el Bhagavad-gītā (18.61):


īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ
hṛd-deśe ’rjuna tiṣṭhati
bhrāmayan sarva-bhūtāni
yantrārūḍhāni māyayā


«El Señor Supremo Se encuentra en el corazón de todos, ¡oh, Arjuna!, y dirige los movimientos de todas las entidades vivientes, que están sentadas como en una máquina hecha de energía material». La máquina del cuerpo lleva a la entidad viviente por muchísimas especies de vida y por muchísimos planetas. Por esa razón, Bhaktivinoda Ṭhākura pregunta a la entidad viviente por qué se deja arrastrar en esas máquinas corporales, para verse en tantas circunstancias distintas. Él le aconseja que supere las olas de māyā entregándose a Kṛṣṇa.


jīva kṛṣṇa-dāsa, e viśvāsa,
karle ta’ āra duḥkha nāi


Y, tan pronto como consultamos las palabras de Kṛṣṇa, vemos que Kṛṣṇa aconseja:


sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ


Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas» (Bg. 18.66). De esta forma, enseguida nos liberamos de tener que viajar de un cuerpo a otro y de un planeta a otro. Śrī Caitanya Mahāprabhu dice: brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva (Cc. Madhya 19.151). La verdadera vida de la entidad viviente en realidad comienza cuando, en su viajar, es lo bastante afortunada como para recibir la bendición de relacionarse con devotos y volverse consciente de Kṛṣṇa. El movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está dando a las errantes entidades vivientes la oportunidad de refugiarse en Kṛṣṇa, para que, de esa forma, sean felices. En este verso son muy significativas las palabras vimanā iva. En el mundo material, incluso el gran rey del cielo está lleno de ansiedad. Si el propio Señor Brahmā está lleno de ansiedad, ¿qué decir entonces de las entidades vivientes comunes que actúan en este planeta? El Bhagavad-gītā (8.16) confirma:


ābrahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna


«Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que tiene lugar el ciclo de nacimientos y muertes». En el mundo material, la entidad viviente nunca está satisfecha. Incluso si ocupa la posición de Brahmā, Indra o Candra, está llena de ansiedad. Esto se debe, simplemente, al hecho de haber considerado que el mundo material es un lugar de felicidad.