ES/SB 5.10.21


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 21

dṛṣṭaḥ śramaḥ karmata ātmano vai
bhartur gantur bhavataś cānumanye
yathāsatodānayanādy-abhāvāt
samūla iṣṭo vyavahāra-mārgaḥ


PALABRA POR PALABRA

dṛṣṭaḥ—es experimentada por todos; śramaḥ—fatiga; karmataḥ—de actuar de cierta manera; ātmanaḥ—del alma; vai—en verdad; bhartuḥ—del que carga el palanquín; gantuḥ—del que se mueve; bhavataḥ—de ti mismo; ca—y; anumanye—así lo pienso; yathā—tanto como; asatā—con algo que no es un hecho real; uda—de agua; ānayanaādi—de acarrear y tareas de ese tipo; abhāvāt—de la ausencia; sa-mūlaḥ—basada en la evidencia; iṣṭaḥ—respetado; vyavahāra-mārgaḥ—fenómeno.


TRADUCCIÓN

Tú has dicho: «El trabajo no me fatiga». Aunque el alma es diferente del cuerpo, el esfuerzo físico produce cansancio, y da la impresión de que el alma también se cansa. Sin duda alguna, cuando llevabas el palanquín el alma también se esforzaba. Eso es lo que pienso. También has dicho que los tratos externos entre el amo y el sirviente no son reales, pero aunque no sean reales en el mundo fenoménico, los productos del mundo fenoménico sí pueden influir realmente en las cosas. Esto puede verse y experimentarse. Por lo tanto, aunque las actividades materiales no son permanentes, no puede decirse que no sean reales.


SIGNIFICADO

El debate que aquí se plantea es el que enfrenta a la filosofía impersonalista māyāvāda y la filosofía práctica de los vaiṣṇavas. La filosofía māyāvāda explica que el mundo fenoménico es falso, pero los filósofos vaiṣṇavas no están de acuerdo. Saben que el mundo fenoménico es una manifestación temporal, pero no por ello falsa. Es cierto que los sueños que tenemos por la noche son falsos, pero no es menos cierto que si tenemos una pesadilla nos sentimos afectados. El cansancio del alma no es real, pero si estamos absortos en el ilusorio concepto corporal, nos vemos afectados por esos sueños falsos. Cuando soñamos, no nos es posible evitar la realidad que nos envuelve; un sueño puede hacer sufrir al alma condicionada. Un cántaro está hecho de tierra y es temporal. En realidad, el cántaro no existe; es solamente tierra. Sin embargo, mientras pueda contener agua, nos será de utilidad. No puede decirse que sea absolutamente falso.