ES/SB 5.14.3


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 3

atha ca yatra kauṭumbikā dārāpatyādayo nāmnā karmaṇā
vṛka-sṛgālā evānicchato ’pi kadaryasya kuṭumbina uraṇakavat
saṁrakṣyamāṇaṁ miṣato ’pi haranti.


PALABRA POR PALABRA

atha—de ese modo; ca—también; yatra—en el cual; kauṭumbikāḥ—a los familiares; dāra-apatya-ādayaḥ—empezando por la esposa y los hijos; nāmnā—solo de nombre; karmaṇā—por su conducta; vṛka-sṛgālāḥ—tigres y chacales; eva—ciertamente; anicchataḥ—de quien no desea gastar sus riquezas; api—ciertamente; kadaryasya—siendo demasiado avaro; kuṭumbinaḥ—que está rodeado de familiares; uraṇakavat—como un cordero; saṁrakṣyamāṇam—aunque protegido; miṣataḥ—de quien está observando; api—incluso; haranti—lo roban por la fuerza.


TRADUCCIÓN

Mi querido rey, en el mundo material a los miembros de la familia se les dan los nombres de esposa e hijos, pero en realidad se comportan como tigres y chacales. El pastor hace todo lo posible por proteger sus ovejas, pero los tigres y raposos se las arrebatan por la fuerza. De la misma manera, el avaro procura tener su dinero bien guardado, pero sus familiares se lo quitan por la fuerza, a pesar de su estricta vigilancia.


SIGNIFICADO

Un poeta hindú dice en una canción: din kā dakinī rāt kā bāghinī pālak pālak rahu cuse. Durante el día, a la esposa se la compara con una bruja, y por la noche, con una tigresa. Lo único que hace, tanto de día como de noche, es chupar la sangre de su marido. Durante el día, con los gastos de la casa, hace desaparecer el dinero que el marido ha ganado a costa de su propia sangre. Por la noche, atraído por el placer sexual, el marido pierde su sangre en forma de semen. De ese modo, su mujer le desangra de noche y de día, pero él está tan loco que se esmera por mantenerla. De manera similar, los hijos también son como tigres, chacales y raposos. Del mismo modo que esos animales arrebatan las ovejas al pastor a pesar de su estricta vigilancia, los hijos se llevan el dinero del padre, a pesar de que este lo administra personalmente. Así, los miembros de la familia, aunque reciban los nombres de esposa e hijos, en realidad son asaltantes.