ES/SB 5.1 El resumen


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


Este capítulo narra la historia del rey Priyavrata, quien, después de disfrutar de la opulencia y la majestad del trono real, regresó al nivel del pleno conocimiento espiritual. Al principio, el rey se sentía desapegado de la opulencia mundana, pero más tarde se apegó a su reino; finalmente volvió a desapegarse del disfrute material y obtuvo la liberación. El rey Parīkṣit se sorprendió mucho al escuchar esto; estaba algo confundido: ¿Cómo era posible que un devoto sin apego por el disfrute material pudiera más adelante apegarse de nuevo a ese disfrute? Muy sorprendido, preguntó acerca de ello a Śukadeva Gosvāmī.

Śukadeva Gosvāmī respondió al rey diciendo que el servicio devocional es trascendental, de modo que no puede verse afectado por ninguna influencia material. Priyavrata había recibido de Nārada conocimiento trascendental, y debido a ello, no deseaba ser rey y llevar una vida materialista de disfrute de los sentidos. Sin embargo, ante los ruegos de semidioses superiores, como el Señor Brahmā y el rey del cielo, el Señor Indra, Priyavrata acabó por aceptar el reino.

Todo está bajo el control de la Suprema Personalidad de Dios, el controlador supremo, y todo el mundo debe actuar en consecuencia. Del mismo modo que un buey tiene que dejarse llevar por una cuerda atada de sus narices, todas las almas condicionadas se ven obligadas a actuar bajo el hechizo de las modalidades de la naturaleza. De modo que el hombre civilizado actúa siguiendo la institución de varṇa y āśrama. Nadie puede actuar libremente, ni siquiera en la vida materialista. Todo el mundo está obligado a aceptar el cuerpo que el Señor Supremo le ofrece, con los niveles de felicidad y de aflicción que correspondan a ese determinado tipo de cuerpo. Por esa razón, aquel que abandona el hogar y se retira al bosque sin estar preparado, de nuevo vuelve a apegarse a la vida material. La vida familiar se compara a una fortaleza en la que se puede practicar el control de los sentidos. Cuando los sentidos están controlados, lo mismo da vivir en el hogar que en el bosque; no hay diferencia.

Siguiendo la instrucción del Señor Brahmā, Mahārāja Priyavrata aceptó el trono real; entonces, su padre, Manu, abandonó el hogar y se marchó al bosque. Mahārāja Priyavrata se casó con Barhiṣmatī, la hija de Viśvakarmā. En su vientre engendró los siguientes diez hijos: Āgnīdhra, Idhmajihva, Yajñabāhu, Mahāvīra, Hiraṇyaretā, Ghṛtapṛṣṭha, Savana, Medhātithi, Vītihotra y Kavi. Tuvo también una hija, que se llamó Ūrjasvatī. Mahārāja Priyavrata vivió con su esposa y con su familia durante muchos miles de años. Mahārāja Priyavrata creó siete océanos y siete islas con los surcos que dejaron las ruedas de su cuadriga. Kavi, Mahāvīra y Savana, tres de los hijos de Mahārāja Priyavrata, entraron en la orden de sannyāsa, la cuarta orden de la vida; los otros siete asumieron el gobierno de las siete islas. Mahārāja Priyavrata tuvo también una segunda esposa, con la cual tuvo tres hijos: Uttama, Raivata y Tāmasa. Todos ellos se elevaron a la posición de manu. De este modo Śukadeva Gosvāmī explicó cómo llegó Mahārāja Priyavrata a la liberación.