ES/SB 7.13.43


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 43

vikalpaṁ juhuyāc cittau
tāṁ manasy artha-vibhrame
mano vaikārike hutvā
taṁ māyāyāṁ juhoty anu


PALABRA POR PALABRA

vikalpam—distinción (entre bueno y malo, una persona y otra, una nación y otra, y todas las distinciones de este tipo); juhuyāt—se deben ofrecer como oblaciones; cittau—en el fuego de la conciencia; tām—esa conciencia; manasi—en la mente; artha-vibhrame—la raíz de toda aceptación y rechazo; manaḥ—esa mente; vaikārike—en el ego falso, la identificación del propio ser con la materia; hutvā—ofrecer como oblaciones; tam—ese ego falso; māyāyām—en la energía material total; juhoti—ofrece como oblaciones; anu—siguiendo este principio.


TRADUCCIÓN

La especulación mental que distingue entre bueno y malo debe ser considerada una unidad; entonces debe imbuirse en la mente, que, a su vez, debe imbuirse en el ego falso. Acto seguido, el ego falso debe imbuirse en la energía material total. Este es el proceso para combatir la diferenciación falsa.


SIGNIFICADO

Este verso explica la manera en que el yogī puede liberarse del apego material. El karmī, debido a la atracción que siente por la materia, no puede verse a sí mismo. Los jñānīs pueden distinguir entre materia y espíritu, pero los yogīs, los mejores de los cuales son los bhakti-yogīs, desean regresar al hogar, de vuelta a Dios. Los karmīs sucumben por completo a la influencia de la ilusión; los jñānīs no están bajo la influencia de la ilusión, pero tampoco han llegado al conocimiento positivo; los yogīs, sin embargo, y especialmente los bhakti- yogīs, están perfectamente situados en el plano espiritual. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (14.26):


māṁ ca yo 'vyabhicāreṇa
bhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate


«Aquel que se dedica por completo al servicio devocional, firme en todas las circunstancias, trasciende de inmediato las modalidades de la naturaleza material y llega así al plano del Brahman». El devoto, por lo tanto, se encuentra en una posición segura. El devoto se eleva de inmediato al plano espiritual. Otros, como los jñānīs y haṭha-yogīs, solo pueden irse elevando hacia el plano espiritual a medida que anulan sus distinciones materiales a nivel psicológico y suprimen el ego falso, que nos hace pensar: «Yo soy el cuerpo, un producto de la materia». Es necesario fundir el ego falso en la energía material total, y fundir la energía material total en la fuente suprema de energía. Ese es el proceso para liberarse de la atracción de la materia.