ES/SB 8.20.9


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 9

sulabhā yudhi viprarṣe
hy anivṛttās tanu-tyajaḥ
na tathā tīrtha āyāte
śraddhayā ye dhana-tyajaḥ


PALABRA POR PALABRA

su-labhāḥ—que se obtiene fácilmente; yudhi—en el campo de batalla; vipra-ṛṣe—¡oh, el mejor de los brāhmaṇas!; hi—en verdad; anivṛttāḥ—sin tener miedo del combate; tanu-tyajaḥ—y dar así la vida; na—no; tathā—como; tīrthe āyāte—a la llegada de una persona santa que crea lugares sagrados; śraddhayā—con fe y devoción; ye—aquellos que; dhana-tyajaḥ—pueden abandonar las riquezas adquiridas.


TRADUCCIÓN

¡Oh, el mejor de los brāhmaṇas!, muchos hombres han dado la vida en el campo de batalla, sin tener miedo del combate, pero rara vez ha tenido alguien la oportunidad de demostrar su lealtad dando todas sus riquezas a una persona santa que con Su presencia crea lugares sagrados.


SIGNIFICADO

Muchos kṣatriyas han dado la vida en el campo de batalla por su nación, pero es muy difícil hallar a una persona que haya abandonado todas sus propiedades y riquezas para dárselas en caridad a una persona digna de ello. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (17.20):


dātavyam iti yad dānaṁ
dīyate 'nupakāriṇe
deśe kāle ca pātre ca
tad dānaṁ sāttvikaṁ smṛtam


«La caridad que se da como una cuestión de deber, sin esperar nada a cambio, en el momento y el lugar adecuados, y a la persona digna de ella, se considera bajo la influencia de la modalidad de la bondad». Así pues, la caridad que se da en el lugar adecuado se considera sāttvika; por encima de esa caridad en el plano de la bondad está la caridad trascendental de quien lo sacrifica todo por la Suprema Personalidad de Dios. Vāmanadeva, la Suprema Personalidad de Dios, había venido a pedir limosna a Bali Mahārāja. ¿Dónde se presentaría otra oportunidad como aquella para dar caridad? Por consiguiente, Bali Mahārāja no titubeó en dar al Señor todo lo que quisiera. Más de una vez se puede tener la oportunidad de dar la vida en el campo de batalla, pero una oportunidad como la que tenía Bali Mahārāja es muy difícil que llegue a presentarse nunca.